Este es un paso fundamental en la producción de aire de proceso para la planta. El objetivo es eliminar el polvo y la humedad del aire entrante, para evitar la formación de oleum si la humedad reacciona con el SO3.
Básicamente, el aire entrante fluye a través de un ventilador de alta eficiencia y luego es enfriado por un intercambiador de calor que usa glicol como refrigerante.
Como resultado, tenemos aire de proceso a una temperatura de alrededor de 5 ° C que se transporta a un secador equipado con gel de sílice, que absorbe la humedad.
Después de este tratamiento, el aire de proceso está listo para ser utilizado en la planta.